El poderoso Don Dinero

Sigue siendo uno de los mayores problemas del ser humano: no tener suficiente o en caso contrario no saber utilizarlo. Todos y cada uno de nosotros desearíamos tener mas. Algunos lo desean con mas fiereza que otros. Algunos incluso matan por él. Somos esclavos del dinero y del capitalismo que ha inundado, infectado e influido en todos los aspectos de nuestra vida e influye la manera en la gestionamos el futuro, nuestro individual y colectivo. La avaricia junto con la arrogancia son un veneno mortal. Si aprendiéramos que el mundo es un equilibrio y que el desequilibrio lleva al caos general. Si aprendiéramos que el dinero no puede comprar el amor, el afecto, la auto-satisfacción. No puede salvar lo que está muerto ni extinto. No puede crear cosas que ya nunca volverán a existir.

Pero puede curar enfermedades, puede salvar el planeta y sus habitantes del hambre y la desesperación. Si tan sólo pudiéramos darnos cuenta, de que el dinero no tiene un valor real o utilidad. No se puede comer, no se puede plantar y no crece, ni se reproduce. Pero por muy evidente que parezca, parece que muchos piensan que es asi, o al menos intentan hacernos creer que asi funciona.

Si todos nosotros quisieramos tener en efectivo el dinero que se supone existe en el mundo, los bancos estarían endeudados. Porque? Porque en efectivo no existe la cantidad de dinero que se mueve en el mundo. Simplemente no existe. Y cuando un país imprime mas billetes, el valor de éstos bajan, asi que en un mundo de globalizacion, es una solución inútil.

Además el dinero lo tienen ya los bancos, y solo ellos deciden que hacen con un dinero que en realidad no les pertenece. Como en la crisis en España en el 2008, que no fue mas que una retirada del dinero invertido en los bancos españoles por los grandes bancos europeos. Intentaron colocar hipotecas hipervaloradas a un montón de ciudadanos sin conocimientos financieros, y dieron créditos a pequeñas Pymes que surgían con ideas y sin fondos, esperando el momento oportuno para retirar de golpe todas las inversiones y dejarnos endeudados hasta la miseria. Porque las deudas las tienen los bancos pero el estado decidió pagarlas y endeudarnos a los españoles poniendonos al servicio de los mercados. Los bienes inmobiliarios bajaron de golpe, así como los sueldos, convirtiéndonos en una mano de obra barata e infravalorada. Reformaron el sistema social para privarnos del lujo de la sanidad pública, del derecho constitucional a la vivienda. Obteniendo como consecuencia desahucios a familias hipotecadas, que con el desahucio encima no obtuvieron el saldo de la deuda, puesto que la adquisición del bien inmueble no era de acuerdo al importe de la hipoteca. Eso ha significado encima que esas familias sin empleo ni subsidio se quedan sin casa y debiendo miles de euros.

La crisis ha sido, es y sigue siendo un estafa para empobrecer un país que estaba haciéndose demasiado poderoso, y para enriquecer a otros, que se están cebando a costa de los ciudadanos.

Nos han convertido en un pais tercermundista al que ir de vacaciones, donde extraer petróleo junto a paraísos biológicos sin importar las consecuencias que eso traiga, donde montar un Las Vegas europeo en la misma capital que hará crecer la delincuencia, la mafia, la prostitución, el tráfico de drogas y el blanqueo de capitales.

Sueño con una España democrática, libre y con poder de decisión, emergiendo de sus cenizas y viviendo de si misma. Pero temo mucho una España sumergida en un poder corrupto que la mantenga bajo el yugo de potencias económicas mundiales. Temo mucho, que algún día se construyan muros alrededor de nuestros paraísos turísticos para garantizar la “seguridad” de los turistas, como ocurre en Sudamérica, mientras hay gente muriéndose de hambre en los alrededores.

Si queremos evitarlo, debemos empezar a luchar, juntos y contra aquellos que ponen los derechos de los ciudadanos por detrás de los intereses financieros, no nuestros siquiera, sino de otras potencias financieras, corruptas igual o mas que nuestros mismos políticos o la familia real que goza de privilegios desorbitados en estos tiempos y de una enorme falta de ética y moral.

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